sábado, 7 de octubre de 2017

El concepto de belleza desde la perspectiva del filósofo W. Tatarkiewicz


La belleza a lo largo de la historia ha sido un concepto definido de diversas formas, y a la vez divido en varios aspectos para poder clasificarlo en diferentes áreas o categorías en las cuales lo bello se puede encontrar, W. Tatarkiewicz dice que: «Los intentos de catalogar las variedades de la belleza no han cesado en nuestra propia época». (p.186)

El concepto de belleza debió pasar por varios cambios para lograr ser lo que hoy en día es, debemos entender que en un principio cuando surgió esta palabra, los griegos la usaban en distintas situaciones, en otras palabras, «el concepto griego de belleza era más amplio que el nuestro, y comprendía no sólo las cosas bellas, figuras, colores y sonidos, sino también los pensamientos y costumbres bellas», (p.154) esto quiere decir, que no solo definían aspectos externos y visibles, ya que a la vez se centraban en cualidades internas de la persona, como por ejemplo lo moral y lo ético.

Por otro lado, se encuentran los sofistas, quienes le dieron a la belleza la definición de ser «lo que resulta agradable a la vista o al oído». (p. 154) Los estoicos por su parte la definen como «aquello que posee una proporción apropiada y un color atractivo». (p.154) Lo que sucede con estas dos definiciones es que son muy limitadas para un concepto que abarca varias aristas y pareciera ser ilimitado, aunque si juntamos estos dos enunciados podemos acercarnos más a lo que hoy entendemos por belleza.

Para Tomás de Aquino existen dos diferenciaciones importantes entre definición y teoría, «la primera intenta decirnos cómo reconocer la belleza, la segunda, cómo explicarla.» (p.156) Una vez clara esta distinción podemos entender la gran teoría, la cual se inició con los pitagóricos, para ellos la belleza estaba constituida por proporción, orden, armonía y simetría, es decir, por aspectos numéricos que den cuenta de perfección, ya que gracias a los números todo pareciera ser bello; en esto mismo se apoyó Platón, para él «la fealdad es la carencia de medida». (p.158) De igual forma lo creyó Aristóteles mencionando que: «la belleza consiste en una magnitud y disposición ordenadas», y que las principales formas de la belleza son «el orden, la proporción y la precisión». (p.158) El declive de la teoría tuvo lugar en el siglo XVIII, cuando se empezó a enfocar la belleza de un modo diferente. (p.160)

Luego de estos existieron diversas concepciones sobre lo que es belleza, ya que para algunos que algo sea simétrico, no era necesariamente bello, también existieron conflictos, donde se preguntaban, si lo bello estaba en el objeto o en la persona que lo apreciaba, otras interrogantes como si lo imperfecto puede ser bello, por ejemplo: «los románticos llegaron incluso más lejos, afirmando que la belleza consiste realmente en la ausencia de regularidad, en la vitalidad, lo pintoresco y la plenitud, así como en la expresión de las emociones, que tienen poco que ver con la proporción.» (p.170) Lo cierto es que este concepto es cambiante, ya que cada vez existen nuevas preguntas, las cuales muchas veces tiene distintas respuestas.
En lo que respecta a belleza es un concepto complicado, ya que hoy en día no reside tan solo en los números, orden, colores o formas, sino va más allá, ya que este no solo se enfoca en el objeto, sino que también es una condición dentro de cada uno de nosotros que está influenciado por nuestra cultura o sociedad. En fin, esta palabra no dejará de cambiar y cada vez será razón de nuevas teorías e hipótesis, pero respecto a todo lo antes mencionado, para mí la belleza es un concepto que está constituido, ya sea por el objeto, como por la persona que lo aprecia, así lo plantea la filosofía de lo sofista y personalmente creo que es una teoría bien acertada: «La belleza es ciertamente subjetiva, pues no todo el mundo considera que son bellas las mismas cosas.» (p.233) 
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